Las tradiciones populares
francohaitianas llegaron de manos del
Taller
Experimental ENNEGRO, proyecto invitado de Santiago de Cuba. ¿El
propósito?, intervenir la casa más antigua de la ciudad devenida en el
centro cultural La Casa del Taita y la sala principal del Centro
Provincial de Artes Plásticas (CPAP). Tras largos días de montaje y
teniendo al gran salón como centro de operaciones ENNEGRO impactó con un
gran Hounfort, recreación poética de una casa sacerdotal del culto vodú,
practicado en algunas zonas del país que recibieron las oleadas
migratorias del Caribe, pero fundamentalmente de Haití, a principios de
los siglos XIX y XX. Con su investigación, promoción y protección
incesante de esta cultura la agrupación se distingue con obras
instalativas y performáticas que deslumbran por el empleo de soportes no
tradicionales como la tierra, troncos de árboles, madera con los que se
apropian de un universo étnico-cultural del cual muchos de sus integrantes
son depositarios directos. Su mensaje siempre traduce respeto,
consagración, tolerancia, en el que esta vez no faltó el homenaje a la
Virgen de la Caridad, en los 400 años del hallazgo de su estampa en aguas
de la Bahía de Nipe. La acción quedó reforzada con la participación de
bailarines y las estatuas vivientes de la agrupación, también santiaguera,
Ojos, perteneciente a la Asociación Hermanos Saíz que de buena manera
intervino calles y otros espacios públicos.
Experimental ENNEGRO, proyecto invitado de Santiago de Cuba. ¿El
propósito?, intervenir la casa más antigua de la ciudad devenida en el
centro cultural La Casa del Taita y la sala principal del Centro
Provincial de Artes Plásticas (CPAP). Tras largos días de montaje y
teniendo al gran salón como centro de operaciones ENNEGRO impactó con un
gran Hounfort, recreación poética de una casa sacerdotal del culto vodú,
practicado en algunas zonas del país que recibieron las oleadas
migratorias del Caribe, pero fundamentalmente de Haití, a principios de
los siglos XIX y XX. Con su investigación, promoción y protección
incesante de esta cultura la agrupación se distingue con obras
instalativas y performáticas que deslumbran por el empleo de soportes no
tradicionales como la tierra, troncos de árboles, madera con los que se
apropian de un universo étnico-cultural del cual muchos de sus integrantes
son depositarios directos. Su mensaje siempre traduce respeto,
consagración, tolerancia, en el que esta vez no faltó el homenaje a la
Virgen de la Caridad, en los 400 años del hallazgo de su estampa en aguas
de la Bahía de Nipe. La acción quedó reforzada con la participación de
bailarines y las estatuas vivientes de la agrupación, también santiaguera,
Ojos, perteneciente a la Asociación Hermanos Saíz que de buena manera
intervino calles y otros espacios públicos.
(Texto facilitado por la organización de la Fiesta Iberoamericana)
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